La espiritualidad en Mi proceso de Sanación
- razonesparadejarde
- 14 ene
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Debo ser honesta, desde pequeña me han inculcado la religión católica, sin embargo, no siempre fue de mi agrado participar en la misa o en los ritos y festividades de esta religión, pero lo que si se es que hay algo que me acompaño el día en que estaba parada al filo del puente y que no me dejo sola en ningún momento.

Formar parte de una religión es lo que muchas veces solemos pensar que significa mantener una espiritualidad personal, lo que pasa con eso es que realmente es falso, la espiritualidad que podemos llegar a tener como seres humanos va más allá de la participación en los ritos eclesiásticos o en los cultos dentro del templo; es más como esa interioridad y reflexión de lo que somos en nuestros días.
Si te hablo de mi puedo decirte que por tradición familiar soy católica, pero por convicción decidí serlo desde los 15 años y no tiene que ver con mi confirmación, sino con la primera vez que sentí que podía pertenecer a algo, de echo debo confesar, que mi carrera de ser psicóloga la atribuyo a que Dios tuvo mucha influencia en la decisión que tome. Por ética los psicólogos no debemos hablar de Dios o de alguna creencia que tengamos o estemos a favor, ya que se puede influir en las decisiones de los pacientes y en su proceso terapéutico, menciono todo esto ya que no quiero que se malinterprete el hecho de que la decisión de estudiar una licenciatura en psicología fue influenciada por Dios.
Más que por la influencia de la religión en mi decisión de estudiar psicología, lo decidí porque al servir dentro de los grupos de confirmaciones, era común escuchar historias sobre como algunos de los chicos habían pasado por situaciones difíciles y que los han marcado en cierto aspecto en su vida; siempre he creído en que hay algo más superior que el ser humano, algunos lo llamamos Dios, otros destino, algunos otros universo o simplemente el ser más y mejores como seres humanos, sin embargo, ello no es suficiente para que las personas podamos salir adelante cuando las cosas se encuentran oscuras e imposibles.
En mi caso, creo que cuando llegue a tener una conciencia un poco más plena para la edad de 15 años, el pertenecer a la iglesia y al servicio de esta, me ayudo, pero no lo suficiente para poder salir adelante. Ahora ha sido un poco difícil poder retomar esa parte de mi que cree en algo más y se mantiene esperanzada a que Dios podrá ayudarme.
El que me resulte difícil no significa que no crea en ello, sino es más relacionado al tener presente el sentimiento de decepción que considero le di a Dios al intentar terminar con mi vida, sin embargo, como lo mencionaba al inicio, al estar parada al filo del puente debatiéndome en si saltaría o no, algo se encontraba ahí, quizás para mi sea verdad, pero para ti lector no lo sea. Esa presencia que me acompañaba justo en el momento en que salte y al momento en que caí al suelo y di un suspiro diciendo a Dios que ya era tiempo, eso que estaba ahí fue algo que no podría explicar en palabras, ya que la sensación era tranquila, aun sabiendo que estaba haciendo algo que podría terminar con todo, esa presencia me hacía sentir muy tranquila y sobre todo perdonada por lo que estaba haciendo.
Después de despertar en el hospital no tenia ganas de hablar con Dios, de hablar con ese ser superior, solo me encontraba aturdida y arrepentida por lo que había hecho, justo solía bromear con que San Pedro no quiso abrirme las puertas y por eso no logre el cometido. El continuar con mi proceso de entender que es lo que había pasado, por qué lo había hecho, en qué momento decidí hacerlo, he tenido que comenzar a retomar ese vinculo de comunicación con Dios y a pesar de no asistir o retomar una participación en la religión, el poder retomar poco a poco el lazo con el ha sido de gran ayuda.
Con esto me doy cuenta de que el ser humano más allá de lo físico, psicológico, emocional también es espiritual y que independientemente de lo que creas, el tener esta parte con la que puedes reflexionar sobre lo que te sucede, te alivia, te hace ser mejor persona, puede ayudarte a enganchar una ultima ancla a ese mar de tempestad por el que estas navegando, para así poder salir adelante y lograr sobrevivir. No me mal entiendas, no quiero decir que forzosamente debes creer en algo más, pero que si lo haces si puede ayudarte a mantener a flote la pequeña valsa en la que vivimos.
Siempre pensé que la frase de “lo ultimo que muere es la esperanza” era estúpida, porque el tener esperanza hace que las personas no vean que se encuentran en una realidad en la que ya han hecho todo lo posible, pero he aprendido que dentro de dicha frase también se lleva un trasfondo en el que tener esperanza te ayuda a seguir luchando, aunque sepas que todo lo que has intentado no ha funcionado o que no se podrá hacer más.
Aun sigo intentando salir adelante día con día y espero que cuando lo haga, todo esto que estoy tratando de echar a andar, le sirva a otras personas que se encuentran en un mar lleno de olas grandísimas y con una fe, espiritualidad y sobre todo con su voluntad rendida.
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