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La soledad que pesa más que el silencio: mi historia y lo que aprendí de ella

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“Solo espero que esta semana termine y todos estos pensamientos con ella, enserio lo que más desearía es por lo menos desaparecer algunos días, que nadie sepa de mi ni yo saber de nadie. Algún día lo hare, algún día me podre ir y no regresare nunca, solo seré yo y nadie más” (Fragmento recuperado de mi diario en 2021)


Desaparecer, estar sola, que nadie me encuentre y simplemente no saber de nada. En 2021 yo tenía 22 años, pero desde que tengo memoria siempre había querido estar sola o, mejor dicho, siempre me sentía sola. Sentía que nadie podía comprender todo lo que estaba pasando conmigo y sobre todo que a nadie le interesaba. La soledad es algo que siempre me ha acompañado, desde que tengo memoria nunca he podido encajar en ningún lado y lo único que encontraba al final era a esa amiga que en ocasiones es muy mala compañera; La soledad”.


No me mal entiendas, si tu has conocido a la soledad, sabrás que es buena cuando quiere, pero que en ocasiones es una hija de la fregada que solo procura torturarte con malas jugadas teniendo como cómplice a tu cabeza. Hablar de la Soledad, implica hablar de muchas cosas que pueden suceder en ella; por ejemplo, muchas de las grandes cosas que he logrado hacer, se han creado en ella, muchas de las actividades que me encanta hacer suelo hacerlas con ella. La Soledad no es buena ni mala, simplemente es la Soledad. Recuerdo que cuando era niña me encantaba que me dejaran sola en casa, pues eso significaba el estéreo a todo lo que da y mi cuerpo moviéndose al ritmo de la música (Amo bailar, ¿ya te lo había comentado?), esos momentos en los que éramos ella y yo, simplemente eran los mejores momentos. Pero también recuerdo que cuando debía realizar algún trabajo de la escuela y no podía pedirle apoyo a alguien de mi familia, la Soledad se transformaba en algo que no reconocía, pues con ella en esos momentos, llegaban una serie de pensamientos que más allá de ayudarme, solo me hacían sentir poca cosa e incapaz de realizar todo de la mejor manera.


Crecer con la Soledad tiene sus ventajas, pero también sus inconvenientes. Cuando aprendes a tratarla y a limitar su poder en ti, ¡que te digo! Es una maravilla, pues es algo normal que como seres humanos queremos; algunos instantes solos. Por naturaleza se menciona en diversas literaturas que el ser humano es un ser social, por ejemplo, en una ocasión leí en un libro la presente cita “El hombre vive y se hace (vivencia), pero nunca solo, sino con otros (convivencia). De modo que el convivir pertenece a la esencia misma del vivir humano” (Andrés, M. 2004)


Esa parte del libro me ha acompañado por mucho tiempo, pues creía que en verdad lo comprendía, pero nunca fue así, pues no podía realmente entender como si yo siendo un ser humano, nacida para vivir y conviviendo con otras personas, simplemente estaba sola. El sentimiento de estar sola a pesar de que hay gente a tu alrededor, por lo menos a mí, me causaba grandes conflictos, pues no entendía porque no podía disfrutar de la compañía de los demás, de los chistes que hacían o de las actividades que planeaban; yo simplemente me sentía sola y todo lo demás no importaba.


Me he topado con muchas personas a lo largo del proceso que me ha tocado vivir después de la decisión que tome, y la mayoría de ellas han mencionado que les da miedo estar solos o que en algún momento eso suceda. Siempre me he preguntado ¿Qué es lo que en verdad nos asusta de la soledad?, pues he descubierto que es un miedo recurrente en las personas, sin embargo, aún no he encontrado la respuesta para esa pregunta (Si tu si lo has hecho, que te parece si la compartes). El miedo a la Soledad es algo que se nos vende constantemente, en los programas o series que vemos, en los libros que leemos o simplemente en la música que escuchamos; pues creemos fielmente que debemos estar con alguien, no solo como pareja sino simplemente como compañía. Siempre que toco este tema recuerdo mucho la canción de Ricardo Arjona “Acompáñame a estar solo”, pues básicamente habla de como dentro de la soledad se puede encontrar mucho de lo que se necesita a pesar de tener una relación o pareja. En la soledad se encuentran muchas cosas, nos encontramos a nosotros mismos.


¿Entonces cuando se vuelve un problema la soledad?, bueno esa respuesta tampoco la tengo concretamente, pero si se que se vuelve un problema cuando ya ni siquiera quieres estar contigo misma, cuando todo lo que disfrutabas hacer en compañía de la Soledad se torna anhedónico. Se vuelve un problema cuando quizás solo quieres estar con ella y nadie más, cuando quienes te apreciaban simplemente ya no están ahí o tu piensas que ya no lo están. Convivir con la soledad puede hacernos mucho daño, pues a base de engaños suele hacernos creer que pasar mucho tiempo con ella es benéfico para nosotros, pero ¿Qué pasa cuando un día despiertas y te das cuenta de que la soledad es cruel contigo?, ¿Qué pasa cuando te das cuenta de que los consejos que te da no son siempre los más funcionales?, ¿Qué pasa cuando te das cuenta de que ahora solo tienes un gran vacío?


 Hablar de la Soledad me hace tener muchas preguntas, pues sigo sin comprender en que momento dejo de ser mi amiga para ser mi enemiga, sobre todo el momento en que me consejo que sería mejor simplemente desaparecer y dejar todo atrás como si no hubiese consecuencias de ello (Te digo, la Soledad no siempre fue mala, simplemente creo que nos hartamos una de la otra). Si me preguntas, ahora la Soledad y yo hemos hecho las paces, sobre todo porque he sabido como gestionar los acuerdos con ella y disfrutar de los momentos que le doy, en ocasiones continúo huyendo de ella buscando lugares o personas que puedan brindarme lo que ella no, pero que me ayuden a regresar cuando la necesite.


La Soledad puede estar presente en tu vida como lo está en la mía, puede que tenga un papel muy importante o que te brinde gran sabiduría para muchas cosas, también es posible que su compañía no sea tan placentera, pero ¿Qué es lo que estas aprendiendo de ella? ¿Qué has encontrado en ella? ¿Qué es lo que ya no te gusta de ella? Sentirnos solos, es solo eso un sentimiento, y si tu cabeza te dice que lo estas no le creas, a veces nuestros pensamientos se equivocan y los consejos de la Soledad no son buenos. Siempre hay alguien contigo, no hablo de una persona externa a ti, si no de ti. Nunca estamos realmente solos, pero a la Soledad le gusta hacernos creer eso cuando ya no le caemos muy bien.



Referencias:

Andrés, M. (2004). Dinámicas de grupos: hacia una convivencia más sana y gozosa. Editorial San Pablo.

 
 
 

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