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El día que descubrí que tenía depresión

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Descubrir que tenía depresión fue como ponerle nombre a un enemigo invisible que llevaba años dentro de mí, muchas cosas tomaron su lugar y por primera vez en mi vida pude dar nombre a lo que yo creía solo me ocurría a mí y que con una sonrisa trataba de disimular.


Toda mi vida había creído que el molestarme por todo, el responderles a las personas de una manera muy agresiva, aunque no lo quisiera, el sentir tan intensamente tanta tristeza y, sobre todo, el no poder hacer las cosas, aunque me gustará; solo era algo que ocurría dentro de mí y que nadie más lo pasaba, mucho menos sabia como llamarlo, que nombre darle o como expresarme, hasta que llegue ese día al consultorio de mi psicólogo.


Si tu investigas en internet ¿Qué es la depresión?, bueno descubrirás un panorama muy amplio dentro la investigación referente al tema, sobre todo, los criterios diagnósticos que se requieren para determinar si la padeces o no; también con la respuesta a un par de inventarios relacionados a la medición de la depresión es fácil identificar el nivel en que la padeces. ¿Pero qué pasa cuando nunca has investigado sobre el tema o simplemente no has respondido ningún inventario?


Bueno, supongo que te pasaría lo mismo que a mí, no saber que la padeces y simplemente sobrellevarla día con día, con grandes esfuerzos un peso que no sabes de donde salió y una presión en el pecho que desconoces si te hará desfallecer o simplemente te hundirá completamente. En ocasiones la depresión no suele verse como usualmente nos han hecho creer, que es dormir todo el día, llorar sin parar, no hacer nada porque no tienes la energía necesaria, entre otras conductas muy drásticas; pero no, la depresión también puede verse en una sonrisa, en no faltar a ningún entrenamiento o al gimnasio, en la alta productividad o simplemente en la efusiva bienvenida de quien te espera.


Desde mi experiencia puedo decirte que muchas veces prefería exagerar mi risa, sonreír, aunque no lo sintiera, solo para que las personas no se dieran cuenta de lo que pasaba y no juzgaran el como me sentía. Puedo mencionar que me han dicho que tengo una sonrisa hermosa, pero detrás de esa sonrisa que doy al estar con muchas personas, existe un pesar demasiado grande, una desesperanza que muchas veces no entiendo de donde llego.

La depresión es muy hipócrita, tiene demasiadas caras y con cada persona muestra la que mejor parecida sea, pues para cada persona la presencia de este fenómeno es distinto, y puede ser provocado por millones de factores que muchas veces ni siquiera consideramos pueden detonarla. En ocasiones puede ser incapacitante o no tanto como para ser funcional durante tu vida (bueno por lo menos a mí me hizo funcional por mucho tiempo ya que acudía a la escuela, a la oficina y a planes que no me interesaban mucho, pero eso no quita que sus síntomas estuviesen presentes todo el tiempo e hicieran más confusa mi vida).


Retomando el momento en que me di cuenta de que tenía depresión en el consultorio de mi psicólogo, yo estaba con la cabeza hecha girones, pues tomo sentido que todo el tiempo estuviese irritada (por si no lo sabias, uno de los síntomas de la depresión es la irritabilidad y yo tenía mucho de eso, si no me crees puedes revisar el DSM-V, ósea la biblia de los diagnósticos psicológicos), en el momento en que mi psicólogo menciono que la razón de mi irritación todo el tiempo era una depresión persistente, mucho de lo que pasaba por mi cabeza en ese momento realmente se ordenó. Al conocer la causa de mi principal síntoma y de muchos otros, yo respiré y por primera vez me dije a mi misma que lo que ocurría en mi tenía un nombre y que no estaba loca como creía (bueno un poco sí, pero tenía un origen).


Saber qué es lo que me estaba ocurriendo y que por mucho tiempo había pensado que era normal que ocurriera, me abrió un panorama a las posibles acciones que podría hacer para salir adelante o por lo menos sentirme diferente. No quiero que mal entiendas todo este texto, pues actualmente existe una epidemia de autodiagnósticos y no quisiera que el presente material participara en ello, pues lo que me paso a mi o los síntomas que yo he tenido quizás indiquen otras cosas para ti, pues recuerda que cada cabeza es un mundo, por lo que para cada mundo se requiere un plan específico; Por tanto es importante tener en cuenta que el diagnostico no es igual para todos y no todos lo tomamos de la misma manera, y para obtenerlo si es que lo buscas, es importante acudir con profesionales que realmente te evalúen y te guíen en las acciones que se pueden implementar para tu salud.


Volviendo a lo que quiero comentar, la depresión es un trastorno que ha ido en crecimiento por lo menos dentro de mi circulo social, pero eso no quiere decir que todos en verdad tengan el conocimiento de padecerla, pues como te comentaba, para cada persona se presenta una cara y muchas veces esa cara no logramos divisarla completamente. Sin embargo, quizás has sentido que algo cambio o que siempre algo era diferente y si lo sientes quiere decir que es real, si pesa es real, solo que es de valientes dar el primer paso y buscar apoyo. Muchas veces he escuchado como cuando alguien expresa que se siente mal, apagado, sin energía o sin un sentido, lo que se dice es que le eche ganas, pero lamentablemente un “echarle ganas no ayuda de nada”.


Solemos creer que con palabras de aliento y un “cuando yo tenía tu edad no me andaba con que todo me duele o me lastima, simplemente sigo trabajando y saliendo adelante” o “en mis tiempos eso de la depresión no existía”, ayudara a que las personas se pongan las pilas y sigan adelante, pero simplemente causa el efecto contrario de lo que se pretende y en lugar de ayudarnos a salir adelante o querer continuar con nuestra lucha, solo queremos desaparecer y que nada nos siga impactando como lo ha hecho hasta el momento.


La depresión puede llegar en cualquier momento, por cualquier causa y a cualquier persona, quizás aun no lo sabes o no sabes cómo nombrar lo que estas sintiendo, pero eso no quiere decir que sea real y que en verdad te impida continuar con tu vida. Si crees que estas pasando por un momento difícil y que no puedes más, busca ayuda, siempre hay alguien que puede ofrecerte lo que necesitas y se adapte a tus posibilidades.

 
 
 

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