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Rompiendo el silencio




Hablar con las demás personas de mi intento de suicidio, ha sido algo que al inicio me costo mucho trabajo, debido a que la reacción de las personas suele ser no solo de sorpresa, sino que va acompañada con un ligero toque de juicio hacia mi decisión. La primera vez que decidí hablar públicamente sobre mi incidente, fue en mi clase de intervención comunitaria, recuerdo que se acercaba el día que conmemora la prevención del suicidio y no quería que algo así pasara desapercibido; así que aprovechando la materia, pedí a mi maestra hacer algo con el grupo.


La reacción de mi maestra me agrado porque fue muy parecida a la de Mi Doctor, no le tomaron una importancia muy grande en ese momento y simplemente continuaron hablando del tema de una forma muy natural; la maestra acepto que se hiciera algo con mis compañeros y se hablara del tema en la clase, ahí mismo compartí yo mi experiencia con el grupo, podría decir que me sentí incomoda, pero fue todo lo contrario, la reacción de mis compañeros fue lo que conocía, sin embargo, lo que siguió no fue nada parecido a lo que ya había escuchado. Las palabras de mis compañeros estuvieron llenas de comprensión, apoyo, y sobre todo de nuevas puertas que tocar en caso de algo, no solo para mí sino para todos los que estábamos ahí ese día.


Después de está primer ocasión vino una segunda, en la que había pasado un año de mi último intento de suicidio; estaba todo muy congelado en mi recuperación y sobre todo en poder retomar mi vida o las actividades que hacia; nuevamente no quise dejar pasar la fecha en que hace un año había decidido terminar con mi vida y rendirme ante el dolor que estaba teniendo mental y emocionalmente. Por tanto tome la decisión de por primera vez se compartiera lo que había sucedido con personas externas a mi familia o compañeros de clase, y debo decir que fue algo que cambiaria mi perspectiva ante muchas cosas.


Basto solo un video y una canción para que muchas opiniones comenzarán a llegar a mi, ya fuesen de apoyo, para compartir experiencias similares o simplemente para burlarse y hacer menos la situación que estaba viviendo y que aun vivo. Esa publicación en redes sociales abrió un panorama demasiado grande en el que pude observar que realmente no era la única persona que estaba pasando por una situación difícil con su estabilidad emocional y mental, sino que existían más personas que lo estaban viviendo o que ya habían pasado por donde yo me encontraba en esos momentos, y que al igual que yo se sentían solas, poco comprendidas, sobre todo juzgadas.


Hablar de temas como el suicidio, se ha vuelto en mi vida algo que es normal, pero no solo hablar de estos temas; recuerdo que cuando recién regrese a mi casa después de haber estado en el hospital un par de semanas desde el incidente, tuve una crisis muy fuerte porque a la única persona que quería y creía que me otorgaría la calma que no había tenido desde hacia meses, no estaba ahí y no quería estarlo. Saber eso y tener que enfrentarlo era muy doloroso y el dolor mental no era solo lo que existía en esos momentos, sino que me dolían mis piernas y todo en mi estaba muy confuso, recuerdo muy bien que en ese momento en que me encontraba llena de dolor, con las lagrimas al tope y gritando el nombre de esa persona, mi familia no sabia que hacer o como ayudarme y lo único que podían hacer en ese momento era llorar junto conmigo, sobre todo mi hermano J. Recuerdo que J solo pudo decirme que quien había ido por mi ese día al camellón en el que me encontraba tirada había sido el, que no entendía porque yo solo llamaba y gritaba el nombre de una persona que no estaba.


Después de ese día, pude vislumbrar que todo lo que estaba pasando y el dolor que sentía, no solo lo sentía yo sino que mis papás y mis hermanos estaban siendo absorbidos por todo eso, al darme cuenta de todo lo que estaba ocurriendo a mi alrededor, fue que pude realmente hablar con ellos de todo lo que estaba pasando y todo lo que llegaba a mi cabeza.


Hablar de mis sentimientos y mis pensamientos, no es algo que hacia con regularidad, por el contrario entre más pudiese evitarlo era mejor para mi, pero justo ahora me doy cuenta de que eso no era algo bueno y que muchas cosas hubiesen sido diferentes si todo lo que me estaba pasando lo hubiera mencionado (Te digo a ti que lo estas leyendo, muchas veces creemos que nadie nos escucha pero eso no es verdad, créeme cuando te digo que alguien siempre esta dispuesto a escuchar lo que esta pasando en ti); después de la crisis que tuve y de que mi hermano J me dijera lo que sentía, tuve que tomar valor y hablar con el sobre lo que yo sentía, porque quería ver a alguien que no quería verme y sobre todo lo que en esos momentos necesitaba.


Todavía en estos momentos me cuesta poder hablar sobre las necesidades que tengo, de lo que estoy sintiendo y lo que estoy pensando, sobre todo cuando lo hago a través de este medio o de algún otro, en el que personas que no me conocen pueden emitir una opinión que más allá de ayudar pueden empeorar las cosas, o el entrar a un lugar en silla de ruedas y que las preguntas comiencen a brotar con tal curiosidad a saber que es lo que paso.


Aun tengo miedo, aun me siento muy insegura de poder compartir este tipo de cosas, pero algo que se es que ha sido bueno, ya que algunas personas me han contactado o me han contado que es lo que están pasando, han pasado o como se sentían solas con lo que han tenido que enfrentar, eso me hace saber que ya sea a una persona o dos, el contar mi experiencia puede ayudarlos y acompañarlos a estar aquí un día más, para mi eso me ha servido a seguir también aquí un día con día. Te digo, no ha sido nada fácil todo esto, pero no puedo decir que sola lo he hecho, al contrario, he tenido que aprender a recibir ayuda, a pedir ayuda, a exponer mis necesidades y a tener una que otra conversación incomoda respecto a mis emociones, pensamientos y comportamientos.


El camino ha sido largo y aun lo sigue siendo, pero he adquirido las herramientas que no tenia y ahora me siento mejor preparada para las luchas que vienen, se que en algún momento caeré y tendré que volver a levantarme, pero esta vez no lo hare sola y se que tu tampoco debes hacerlo, habla, grita todo lo que esta pasando en ti, has que te escuchen e inténtalo una vez más, no será fácil pero podemos acompañarnos los unos a los otros.


Sigue Adelante, si el tiempo no cura las cosas, creemos nuestra propia cura, hablemos y rompamos el silencio.


 
 
 

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